La música industrial es un género de música electrónica/experimental que hace uso de temas transgresivos y suele estar asociada con angustia e ira contraculturales. Aunque ideológicamente asociada al punk, la música industrial es generalmente más compleja y diversa, tanto a nivel sonoro como lírico. El término fue acuñado hacia mediados de los años 1970 a raíz de la fundación de Industrial Récords por la banda de Yorkshire (Inglaterra) Throbbing Gristle y con la creación del eslogan irónico «industrial music for industrial people» (en español: «música industrial para gente industrial»).
Los primeros artistas industriales experimentaron con ruidos y temas estéticamente comprometidos, tanto musical como visualmente, como el fascismo, los asesinatos en serie y el ocultismo. Su producción no se limitó a la música, sino que incluyó también arte correo, performance, instalaciones artísticas y otras formas artísticas. Entre los músicos más destacados de la música industrial están Throbbing Gristle, SPK, Boyd Rice, Cabaret Voltaire y Z’EV. Los precursores que influyeron sobre el desarrollo del género fueron proyectos como el grupo de música electrónica Kraftwerk, bandas de rock experimental como The Velvet Underground y Frank Zappa, artistas de rock psicodélico como Jimi Hendrix, compositores como John Cage, escritores como William S. Burroughs y filósofos como Friedrich Nietzsche.
Aunque el término fue inicialmente utilizado solo por un pequeño círculo de individuos asociados con Industrial Récords en los 70, se amplió para incluir a artistas influidos por el movimiento original o que adoptaban la estética «industrial». Estos artistas expandieron el género al empujarlo en direcciones más rítmicas y electrónicas. Con el tiempo, su influencia se extendió, pasando la música industrial a fusionarse con otros estilos como la música folk, el ambient y el rock, fusiones que se catalogan como música post industrial. Entre los géneros híbridos más populares se encuentran el rock industrial y el metal industrial, con grupos como Nine Inch Nails y Ministry, que llegaron a lograr discos de platino en los años 1990. El electro-industrial es un desarrollo más moderno. Estos tres géneros suelen ser conocidos simplemente como industrial.
La música industrial bebe de numerosos predecesores. Alexei Monroe afirma que Kraftwerk fueron particularmente significativos en el desarrollo de la música industrial, como el «primer artista de éxito que incorporó representaciones de sonidos industriales dentro de la música electrónica no académica». La música industrial era creada originalmente utilizando maquinaria mecánica y eléctrica, y posteriormente sintetizadores, samplers y percusión electrónica. Monroe también considera a Suicide como una influencia contemporánea decisiva. Entre los grupos que los propios fundadores de la música industrial han citado como inspiración se encuentran The Velvet Underground, Joy Division y Martin Denny.
Chris Carter también disfrutó y encontró inspiración en Pink Floyd y Tangerine Dream. Boyd Rice fue influido por la música de Lesley Gore y Abba. Z’EV cita a Christopher Tree (Spontaneous Sound), John Coltrane, Miles Davis, Tim Buckley, Jimi Hendrix y Captain Beefheart, entre otros junto a la música tibetana, balinesa, javanesa, india y africana. Cabaret Voltaire cita a Roxy Music como su referente, así como el Trans Europa Express de Kraftwerk. Nurse With Wound cita una larga lista de oscura inspiración libre así como a Kraftwerk como escuchas recomendadas.
Muchos de los primeros músicos industriales preferían citar artistas o pensadores, antes que músicos, como su inspiración. Simon Reynolds afirma que «ser un fan de Throbbing Gristle era como enrolarse en un curso universitario de extremismo cultural”.
Otra influencia de la estética industrial fue Metal Machine Music de Lou Reed. Pitchfork Music cita este álbum como «inspirador de, en parte, buena parte de la escena musical contemporánea avant-garde, y del noise en particular. El álbum consiste totalmente en feedback de guitarra, anticipando el uso de la música industrial de sonidos no musicales.
Industrial Music for Industrial People fue originalmente acuñado por Monte Cazazza como logo para el sello discográfico Industrial Récords, fundado por los provocadores artísticos Throbbing Gristle. La primera ola de esta música apareció con Throbbing Gristle, de Londres, Cabaret Voltaire, de Sheffield y Boyd Rice (grabando bajo el nombre NON), de Estados Unidos estaba compuesto por la artista transgénero llamada Genesis P-Orridge y por la artista pornográfica Cosey Fanni Tutti. Desde 1972 COUM realizó diversas performances inspiradas por Fluxus. Estas incluían varios actos sexuales y físicos de sometimiento.
El grupo fue rebautizado como Throbbing Gristle en septiembre de 1975, viniendo el nombre del argot para erección. La primera aparición pública del grupo, en octubre de 1976, tuvo lugar en una muestra titulada Prostitution presentada en el Instituto de Arte Contemporáneo de Londres, que incluía fotos pornográficas de Tutti, así como tampones usados y chocantes actos en directo como corte de piel del ombligo a la vagina de parte de Tutti en su propio cuerpo, etc. Hubo reacciones en contra de políticos conservadores. El grupo editó tres discos y se desintegró en 1981. Tras la separación, Genesis P-Orridge fundó el grupo post industrial Psychic TV.
Las bandas Clock DVA, Nocturnal Emissions, Whitehouse, Nurse with Wound y SPK aparecieron a continuación. Whitehouse pretendía tocar «la música más brutal y extrema de todos los tiempos», un estilo que más adelante se conocería como power electronics. Un colaborador de los primeros tiempos de Whitehouse, Steve Stapleton, formó Nurse with Wound, que experimentaba con escultura de ruido y collage sonoro. 23 Skidoo, como Clock DVA, fusionaban la música industrial con música de baile afro-americana, pero también llevaban a cabo una respuesta a la world music. Al otro lado del Atlántico estaban teniendo lugar experiencias similares. En San Francisco, el artista de performance Monte Cazazza comenzó a grabar noise. Boyd Rice publicó varios álbumes de noise, con drones de guitarra y loops de cinta que creaban una cacofonía de sonidos repetitivos. En Italia, el trabajo de Maurizio Bianchi a comienzos de los años 1980 también compartían esta estética. En Alemania, Einstürzende Neubauten mezclaban percusión de metal, guitarras e instrumentos no convencionales (como el martillo mecánico y los huesos) en performances en las que muchas veces provocaban daños en el local donde tenían lugar.
Blixa Bargeld, inspirado por Antonin Artaud y su entusiasmo por las anfetaminas, originó un movimiento artístico llamado Die Genialen Dilettanten. Bargeld es particularmente conocido por sus siseos estremecedores. En enero de 1984, Einstürzende Neubauten llevaron a cabo un Concierto para Voz y Máquinas en el Institute of Contemporary Arts (el mismo donde la exhibición de COUM, Prostitution, tuvo lugar), taladrando el suelo y dando lugar posteriormente a disturbios. Este evento llegó a las primeras páginas de los periódicos en Inglaterra. Otros grupos que practicaban una forma de «música metal» industrial (esto es, producida con sonidos de metal contra metal) son Test Dept, Laibach y Die Krupps, así como Z’EV y SPK.
El nacimiento de la música industrial fue la respuesta a «una era en la cual el acceso y control de la información se estaban convirtiendo en herramientas primarias de poder». En su nacimiento, el género de la música industrial era diferente de cualquier otra música, y su uso de la tecnología y de letras y temas perturbadores con el fin de derribar ideas preconcebidas acerca de las reglas de las formas musicales apoyan la idea de que la música industrial es un tipo de música modernista. Los mismos artistas hicieron estos objetivos explícitos, incluso trazando conexiones con los cambios sociales que deseaban. La página de Industrial Récords explica que los músicos querían reinventar el rock, y que sus discos sin censura trataban sobre su propia relación con el mundo que les rodeaba.
La primera música industrial solía incluir edición de cinta, percusiones descarnadas y crudas, así como loops distorsionados hasta el punto de que habían quedado degradados a ruidos ásperos y duros. Así es la música de Cabaret Voltaire. Chris Carter de Throbbing Gristle inventó un dispositivo llamado «Gristle-izer», tocado por Peter Christopherson, que se componía de un teclado de una octava y un número de máquinas de casete que disparaban varios sonidos pregrabados. Los instrumentos tradicionales eran tocados de forma no tradicional o de modo muy modificado. Además de la guitarra, batería o bajo, estos músicos también incorporaban nuevos instrumentos fabricados por ellos mismos, así como diferentes módulos de sintetizador y unidades de efectos para producir sonidos electrónicos. Además, grupos como Throbbing Gristle también tocaban a un volumen muy alto y ejecutaban sonidos en frecuencias sub-bajas y ultra-altas con el objeto de producir efectos físicos, llamando a este enfoque «música metabólica».
A finales de los años 1980, se desarrollaron toda una serie de estilos a partir de la ya ecléctica base de la música industrial. Estos derivados incluyen fusiones de la música noise, ambient, folk, postpunk y electrónica, así como otras mutaciones y desarrollos. La escena se extendió mundialmente, y está particularmente bien representada en Estados Unidos, Canadá, Europa y Japón. Entre los subgéneros de postindustrial se incluyen ambient industrial, power electronics, neofolk, electro-industrial, electronic body music, industrial hip hop, industrial rock, industrial metal y power noise.
Entre los derivados del industrial que más éxito comercial han cosechado están los grupos Ministry y Nine Inch Nails, ambos ganadores de discos de platino.